La nutrición es una de las piezas clave del rendimiento en triatlón. No importa cuán duro entrenes o cuántos kilómetros acumules si no alimentas tu cuerpo correctamente. Un error nutricional puede arruinar meses de preparación y hacer que una carrera que tenías bajo control se convierta en una pesadilla. A continuación, analizamos los errores más comunes y cómo evitarlos.
Uno de los errores más graves es experimentar con nuevos geles, bebidas o estrategias de alimentación el día de la carrera. Cada deportista tiene un metabolismo diferente, y lo que funciona para un compañero puede no funcionarte a ti.
Durante los entrenamientos largos, simula las condiciones de carrera y prueba distintos tipos de alimentos y suplementos.
Asegúrate de que el estómago tolere bien los geles, barras energéticas y bebidas isotónicas que usarás el día de la competencia.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía en el triatlón, y muchas veces los triatletas no consumen la cantidad adecuada antes y durante la carrera.
Solución:
Asegúrate de cargar carbohidratos los días previos a la competición, priorizando alimentos como pasta, arroz, patatas y avena.
Durante la carrera, consume entre 60-90 gramos de carbohidratos por hora en pruebas largas como el Ironman.
Tanto la deshidratación como la sobrehidratación pueden ser peligrosas. La deshidratación reduce el rendimiento, mientras que el exceso de agua sin suficientes electrolitos puede causar hiponatremia, una condición peligrosa.
Calcula cuánta agua y electrolitos necesitas según tu tasa de sudoración.
Bebe a intervalos regulares y ajusta la cantidad según el clima y la intensidad de la carrera.
Tomar demasiados geles puede causar problemas gastrointestinales, especialmente si no se combinan con suficiente agua.
No abuses de los geles; equilíbralos con fuentes de energía sólida y líquida.
Consume los geles con agua para mejorar su absorción y evitar molestias estomacales.
Muchos triatletas enfocan su dieta precompetencia solo en carbohidratos y descuidan las proteínas y grasas saludables, esenciales para la recuperación y el mantenimiento muscular.
Mantén un equilibrio entre carbohidratos, proteínas y grasas en tu dieta.
Incluye fuentes de proteína magra como pollo, pescado, huevos y lácteos.
El proceso de recuperación comienza justo después de cruzar la meta. Saltarse la comida postcompetencia puede prolongar la fatiga y dificultar la reparación muscular.
Consume una combinación de carbohidratos y proteínas dentro de los 30-60 minutos posteriores a la carrera.
Utiliza batidos de recuperación si no puedes ingerir alimentos sólidos inmediatamente.
El sodio, potasio, magnesio y calcio son fundamentales para el equilibrio hídrico y la contracción muscular. Un error común es beber solo agua sin reponer estos minerales.
Usa bebidas isotónicas que contengan electrolitos o suplementos específicos.
Añade una pizca de sal a los alimentos si sudas mucho en climas calurosos.
La nutrición en triatlón es un factor determinante del rendimiento. Evitar estos errores te ayudará a rendir mejor, prevenir problemas digestivos y optimizar tu recuperación. Planifica con anticipación, experimenta en los entrenamientos y ajusta tu estrategia para llegar al día de la competición con confianza.